Última actualización febrero 23, 2019
En nuestro país, cada 29 de abril celebramos el Día del Animal en conmemoración al fallecimiento del Dr. Ignacio Lucas Albarracín. Además de ser un abogado, fue un gran defensor de los derechos de los animales y Presidente de la Sociedad Protectora de Animales de su país.
El propósito central de esta fecha es recordar la importancia de las otras especies animales con quienes compartimos el planeta.
Todos los años el 29 de abril se festeja, en Argentina, el «Día del Animal». Sin embargo, pocos saben por qué es este día el elegido para celebrarlo.
El Día del Animal comenzó a celebrarse, al menos en nuestro país, en 1908. En aquel entonces, por inspiración de Clemente Onelli, entonces director del Jardín Zoológico, y del doctor Ignacio Lucas Albarracín , Presidente de la Sociedad Protectora de Animales, se festejaba cada 2 de abril.
El doctor Albarracín, además de ser uno de los fundadores de la Sociedad Argentina Protectora de Animales, es el que propuso y propulsó la Ley Nacional de Protección de Animales (N° 2786) en la que quedaba establecido, por primera vez en la historia argentina, la obligatoriedad de brindar protección a los animales, de manera de impedir su maltrato y su caza.
El 29 de abril de 1926, Albarracín falleció, a los 75 años, de un paro cardíaco. Es por eso que, en su homenaje, el Día del Animal comenzó a celebrarse con la fecha que actualmente conocemos.
Luego de varios años de sancionada esta ley de protección animal, en el año 1978 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la Declaración Universal de los Derechos de los Animales que un tiempo después fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura o por sus siglas, la UNESCO.
La Declaración Universal de los Derechos de los Animales considera que todos los animales poseen los mismos derechos y que nosotros, como seres humanos los desconozcamos y los despreciemos nos ha conducido a cometer diversos crímenes contra la naturaleza y contra los seres vivos en general. Esta declaración proclama que los animales nacen iguales y tienen los mismos derechos a la vida y merecen el respeto total del hombre. Además, exige que no se los explote de ninguna manera y pide que los humanos le demos la atención y los cuidados necesarios.
Es importante, según la ONU y la UNESCO, que los animales no sean sometidos a maltratos y si se trata de animales salvajes, éstos vivan libremente en su hábitat y no dentro de jaulas. Y pide que se evite el abandono de cualquier mascota ya que esto es cruel y degradante.
Si bien en nuestro país se celebra el Día del Animal el 29 de abril, en el resto del mundo se festeja el 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís, el patrono de los animales que amaba la naturaleza y cuidaba el medio ambiente. Este santo se caracterizó por su amor protector hacia las mascotas y el cuidado que les prodigaba. En un principio esta celebración sólo se realizaba en Italia de donde es oriundo el santo pero con el tiempo gracias a los activistas amantes de los animales, la misma se empezó a extender en todo el mundo.
Actualmente, los festejos por el Día del Animal se realizan en esta fecha y en muchas iglesias se ofician diferentes misas para bendecir las mascotas y los animales de la casa.
A diferencia de nuestro país, en el resto del mundo se celebra cada 4 de octubre. El propósito central de esta fecha es recordar la importancia de las otras especies animales con quienes compartimos el planeta, quienes las más de las veces son víctimas de nuestro egoísmo, sadismo y crueldad.
En casi todas las familias de nuestro país, tenemos un perro, un gato o cualquier otra mascota a la que queremos como si fuera un miembro más de la familia y que comparte las alegrías y tristezas de todos. Dicha fidelidad y amor desinteresado merece un festejo por lo que en nuestro país se instituyó el 29 de Abril como el Día del Animal.
Seguramente estarás pensando como festejar este día tan importante y agasajar a tu querido amigo. Podés comprarle su comida preferida, jugar con él y sobre todo, devolverles un poco de ese amor que ellos nos brindan día a día incondicionalmente.
