Última actualización febrero 23, 2019
El 3 de Junio de cada año, se celebra en nuestro país el Día del Inmigrante Italiano.
Se estableció el día 3 de Junio como día del Inmigrante Italiano mediante Ley Nacional Nº 24561 (fecha del natalicio del Dr. Manuel Belgrano), en homenaje al gran prócer nacional de origen italiano nacido el 3 de Junio de 1770 en Buenos Aires, hijo de un inmigrante italiano, don Doménico Belgrano había nacido en Oneglia (Génova), y de una argentina, María Josefa Gónzalez Casero. Un homenaje apropiado para conmemorar la inmigración italiana que dio origen a uno de los Padres de la Patria, el Gral. Manuel Belgrano.
A modo de reconocimiento a los miles de inmigrantes italianos que residen en la República Argentina, el gobierno argentino estableció el 20 de septiembre de 1995 – mediante la sanción de la ley 24.561 – que el 3 de junio de cada año se celebre el Día del Inmigrante Italiano. En ningún lado la migración italiana marcó culturalmente y a fuego a una Nación como en Argentina. Nuestro lenguaje, nuestras costumbres, las comidas, nuestra música, las danzas, entre otras cosas, llevan sus entrañables huellas. La celebración de este día es un merecido homenaje a los miles de italianos que durante dos siglos dejaron su patria natal para venir a estas tierras a forjar un futuro, formar sus familias y contribuir al crecimiento de nuestro país.
Un merecido reconocimiento a aquellos que con valor, trabajo y sacrificio, trabajaron por la grandeza de la Argentina. Se eligió esta fecha por ser el día del nacimiento de Manuel Belgrano, como un homenaje a los italianos que han enriquecido el patrimonio espiritual y material de la Patria Argentina. Entre aquellas familias de inmigrantes, la historia destaca a la conformada por Don Domingo Belgrano Pérez, un genovés llegado de Buenos Aires previo paso por España y Doña María Josefa González, hogar en el cual nació el 3 de junio de 1770 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, creador de la Bandera Nacional. En Argentina seguimos festejando el Día del Inmigrante italiano. Es un día festivo porque quienes somos descendientes de aquellos que tomaron la decisión de dejar su país nos sentimos argentinos, pero orgullosos de nuestros antepasados. Sabemos que la decisión de emigrar que tuvieron nuestros padres y abuelos fue una decisión mayormente movida por la necesidad. Edmundo De Amicis, en su libro «Sobre el Océano», un emigrante lo dice claramente: «Mi emigro per magnar» («Emigro para comer»). Lo cierto, es que Italia sufrió entre fines del S XIX y comienzos del XX la mayor diáspora conocida en ese país. 14 millones de italianos migraron en el nombrado período. De ellos, casi 3 millones vinieron a Argentina. En ningún lado la migración italiana marcó culturalmente y a fuego a una Nación como en Argentina. El lenguaje, la comida, la música, las costumbres…todo muestra la influencia de la cultura italiana. El aporte que esos inmigrantes hicieron fue parte de esa Argentina que se encontraba entre los primeros países del mundo a principios del siglo XIX. A pesar de lo duro de la migración y de las injusticias que sabemos se cometieron, un párrafo de una carta de un inmigrante a su familia decía: «Aquí, del más rico al más pobre, todos viven de carne, pan y minestra todos los días, y los días de fiesta todos beben alegremente y hasta el más pobre tiene cincuenta liras en el bolsillo. Nadie se descubre delante de los ricos y se puede hablar con cualquiera. Son muy afables y respetuosos, y tienen mejor corazón que ciertos canallas de Italia. A mi parecer, es bueno emigrar». (De Girolamo Bonesso, en Colonia Esperanza (1888)»).